Hoy hemos hecho un juego que nos ha tenido entretenidos un largo rato. Sin necesidad de salir de casa. Sin tener que comprar material especial. ¿Qué necesitas? Coge objetos cotidianos de diferentes tamaños y pesos e intentad hacerlos girar. Monedas, juguetes, latas, pinzas, un cazo,… ¡Lo que se os ocurra!
Deberán coordinar bien los movimientos, que variarán dependiendo de los objetos (no todos es fácil hacerlos girar, y algunos se os darán mejor a unos que a otros). Descubrirán que hay objetos que es imposible conseguir que giren. También descubrirán diferentes formas de hacer que un mismo objeto rote y cuál es la más efectiva. Verán qué formas y qué superficies funcionan mejor.
Es interesante encontrar objetos de igual forma pero diferentes tamaños, materiales o acabados superficiales, para ver cómo unos y otros influyen. También podéis probar hacerlos girar en diferentes superficies, ¡a ver qué pasa!
¡Y practicarán los números! Pero no para contar cosas, sino segundos. Una vez sepáis cuáles giran mejor, contad cuánto tiempo duran girando e intentad superar vuestro propio récord. Les ayuda a entender el paso del tiempo y qué es un periodo más largo y/o más corto.
Para los que tengáis niños más mayores, podéis “apostar” a ver qué objeto creéis que girará más tiempo. Elegid uno cada uno y hacedlo girar, ¡a ver quién gana! En nuestro caso, la ganadora ha sido… ¡LA PEONZA! Era de esperar… Lo curioso ha sido ver cómo les cuesta a unos hacer girar este objeto y lo poco que cuesta a otros. ¡Increíble el peque!
Ahora, probad a girar vuestro propio cuerpo sobre la punta de un pie. Enseñadles cómo deben darse impulso, cómo colocar los brazos para ganar giro y no frenar, probad la diferencia entre hacerlo calzados, con calcetines y descalzos. Y así también harán ejercicio, ideal para días grises en que bajar al parque no es una opción muy recomendable, como hoy.
Pingback: ¡Vamos a rodar! | cuatroerres